La educación STEAM (por sus siglas en inglés para Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas) es una forma de concebir el aprendizaje que busca mejorar la calidad educativa. Se basa en la articulación de estas disciplinas poniendo énfasis en crear, innovar y aprender experimentando. Este enfoque facilita un acceso al conocimiento más cercano al mundo real y estimula habilidades que hoy se necesitan para todos los ámbitos de la vida: las 4 c. Estas son creatividad para producir ideas novedosas, comunicación para expresar esas ideas de manera efectiva, colaboración para trabajarlas en equipo y pensamiento crítico para interpretar datos, evidencias y argumentos. 

En un primer momento se hablaba de STEM, poniendo el enfoque únicamente en las áreas de carácter científico-tecnológico. Sin embargo, posteriormente se añadieron las Artes, buscando una relación entre estas áreas que potenciase la creatividad y se vincule con una perspectiva humanista del mundo. 

Brechas y STEM

Hay importantes brechas con respecto a quienes participan en las carreras y trabajos relacionados a las áreas STEM, ya que hay muchos grupos de personas y minorías subrepresentadas. 

Una de estas brechas es la de género, producto de los estereotipos sociales y culturales que vinculan las ciencias y las tecnologías a las cosas “de varones”. En un informe se consultó a docentes de Argentina si consideraban que el género de sus estudiantes influía en el rendimiento escolar. ¡Casi la mitad dijo que sí en el área de tecnología! Entre estas personas, el 81% considera que esa diferencia favorece a los varones (Chicos.net, Aula Abierta, Grow – género y trabajo, 2019). Al acarrear esta creencia, se estimula en menor medida a quienes se cree que “no tienen facilidad”, lo que dificulta despertar intereses en el área y generar mejores condiciones para un buen desempeño. 

En el ámbito profesional, las mujeres están significativamente subrepresentadas entre los graduados de ingeniería y tecnologías de la información (TI) en todos los países de América Latina. (BID, 2018).

Otra brecha tiene que ver con el lugar de origen y las dificultades para desarrollarse. Los países de bajos ingresos representan solo el 0,2% del personal de investigación a nivel mundial (UNESCO, 2021). Otro informe destaca que las personas latinoamericanas son más propensas a experimentar barreras para la educación STEM, y asegura que reconocen las brechas significativas en la fuerza laboral. El 50% cree que existe una brecha racial / étnica (frente al 44% global) y el 46% cree que existe una brecha LGBTQ+ (frente al 39% global) (3M, 2023).

La igualdad y la inclusión en el ámbito científico-tecnológico aseguran que todas las personas sin distinción tienen derecho a adquirir conocimientos y oportunidades en esas temáticas. Es especialmente importante comenzar a brindar educación en STEAM desde los primeros años de escolaridad de niños y niñas. Esto los prepara para enfrentar los desafíos futuros y les permite desarrollar habilidades relevantes en el mundo actual. En el siglo XXI, cuando las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) están prácticamente omnipresentes en nuestras vidas, esto resulta imprescindible para la construcción de una sociedad más plena y más justa.